Ritual de protección contra energías malignas
El ritual de protección contra energías malignas utiliza la invocación de los cuatro elementos. Es un ritual que tiene cierta dificultad en los materiales pero que contribuye a eliminar cualquier rastro de energía negativa, incluidas entidades o magia negra. Su función es la de romper cualquier tipo de influencia que nos pudiera afectar y protegernos de cualquiera que lo intente.
Ritual de protección contra energías malignas
Para realizar el ritual de protección contra energías malignas vamos a necesitar los siguientes materiales:
- Cuatro velas blancas.
- Albahaca, lavanda, menta, tomillo, salvia, romero y laurel (hojas secas, ya que durante el ritual las quemaremos).
- Cuatro cuencos de barro, cerámica o si no disponemos de ninguno, de metal, aunque no se aconseja.
- Aceite de esencia de romero.
- Turmalina negra (no es necesario que sea muy grande).
- Una pequeña olla que utilizaremos como caldero.
Una vez tengamos todos los ingredientes, comenzaremos a preparar el ritual de protección contra energías negativas. Para ello buscaremos un lugar apartado, alejado de ruidos, asegurándonos de que no vaya a entrar nadie durante el mismo. Nos aseguraremos de que no hayan corrientes de aire y si lo deseamos, podemos encender un poco de incienso de ruda para purificar las energías de la estancia. Lo ideal es realizar el ritual de protección por la mañana, en las primeras horas.
La runa de protección Eolh o Algiz
Esta runa se utilizará durante el ritual, grabándose tres veces en cada vela. La runa correspondiente al número quince del alfabeto rúnico vikingo se conoce como Algiz, Eolh, Eow o Iwaz. Representada en el tarot a través del tarot mediante la carta del mundo su elemento es el hielo. Representada como si de una persona con los brazos extendidos hacia el cielo se tratara es un signo de defensa y a la vez, de protección, además de ofrecer resistencia contra la maldad.
Además de ser utilizado durante el ritual, adquirir un amuleto con esta runa nos protegerá de influencias negativas, pero también contribuye a mejorar las relaciones de pareja y ayuda a la concentración.
Cómo comenzar el ritual de protección contra energías malignas
Como hemos explicado anteriormente, grabaremos en las velas la runa Eolh tres veces para que nos ayude con su protección. Ungiremos posteriormente con el aceite de romero las velas y también la turmalina negra. Colocamos en el altar los cuencos en dirección a los puntos cardinales y trazamos alrededor un círculo blanco. Deberemos realizar un círculo de color blanco rodeando los cuencos. Podemos hacerlo con un poco de tiza, con sal o como deseemos, lo importante es que sea de color blanco. En cada cuenco colocaremos una vela de color blanco, dejando la olla pequeña y la turmalina negra en el centro del altar.
A continuación invocaremos los poderes superiores invitándoles a nuestro ritual para honrarles y mientras encendemos cada vela con una cerilla de madera, recitaremos la siguiente oración:
A los cuatro elementos pido que escuchen mi petición, que esta turmalina absorba las vibraciones positivas que ellos ofrecen y que la faculten para la protección.
Seguidamente colocaremos las hierbas en la olla o recipiente que se encuentra en el centro y procederemos a quemarlos, asegurándonos de que no haya nada alrededor inflamable. Recitaremos la siguiente oración mientras se queman:
Que estas hierbas protectoras, una vez consumidas por el fuego lleguen al cosmos. Que con su energía avisen a los guardianes, que vean mi solicitud de asistencia, para que bendigan este hechizo de protección que se acaba de realizar.
Dedicaremos unos minutos a meditar o reflexionar, pidiendo que la energía de los cuatro elementos nos ayuden a protegernos de todo mal. Retiraremos el círculo de color blanco que hemos realizado y dejaremos que las velas se consuman por completo. Si lo deseamos, podemos realizar una interpretación de las mismas. Una vez se hayan consumido desecharemos los restos en el contenedor adecuado. Podremos repetir el ritual de protección contra energías malignas cada ciclo, es decir, cada 28 días.
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